sábado, 12 de marzo de 2011

Capítulo 3

Sonó de nuevo el maldito despertador : ''¡Mierda!'' pensé. Otro estúpido día de instituto, en el cual no sabía si Nina iba a ir o me encontraría solitaria como ayer. De reprente sonó el teléfono del salón:
-¿Dafne?
-Sí, sí soy yo ¿Nina?
-¡Pues claro!. Te he llamado para avisarte de que no me esperes en mi casa para ir al instituto, porque ayer recaí y de nuevo estoy enferma- dijo Nina con una voz desganada.
-Amm... vale, vale. No te preocupes...
-Bueno, pues te dejo, ¡Chao!
-¡Adiós!
Colgó. Otro día sola.
Me fui a mi cuarto y elegí la ropa que me pondría para el instituto. Escogí una camiseta de mangas cortas, ya que la primavera estaba cerca y el calor ya se notaba; me puse los vaqueros que me suelo poner y una sudadera que me había comprado el fin de semana pasado.
Iba a abrir la puerta para salir de casa, cuando oí algo parecido a un skate rodando por la calle.
Me asomé curiosa y era lo que pensé:
-¡Santi!
De repente se cayó de su skate, de nuevo. Fui corriendo hacia él para intentar ayudarle a que se levantase:
-¿Te encuentras bien?
-Uff, parece que el destino siempre quiere que me encuentres en el suelo, ¡Jaja!
-Parece que sí, haha...
Sus ojos azulados le brillaban más que en la tarde anterior, y sus dientes resplandecían como nada en el mundo.
Me contó que iba al instituto:
-Y, ¿¡A qué instituto vas!?- le dije; un poco gritando.
-Voy al Swift-Land, hoy es mi primer día.
Mi corazón se paralizó en ese mismo instante. Ni yo misma lo comprendía.¡Iba al mismo instituto que yo!
-¡Qué casualidad!, yo voy al mismo.
-¿En serio?
-Sí, sí
Por el camino le conté que siempre quedo con Nina para ir al instituto y que hoy no vino, porque cayó de nuevo enferma.
Quedamos en ir los tres juntos al instituto todos los días ''¡Qué bien!'' pensé ansiosa.
Llegamos allí, al insoportable instituto en el que estudiaba y fuimos al despacho del director, para averiguar en cual clase le había tocado a Santi.
Nos dió una hoja de papel, y allí estaba él:
-Mira, mira...¡Estás en mi clase!
Los dos nos abrazamos confusos, sin saber que hacer, pero ese abrazo duró menos de lo que yo deseaba...

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