sábado, 26 de marzo de 2011

Capítulo 8

Me dirigí hacia la casa de Santi, llamé al timbre pero... nadie contestaba. Estuve allí durante un buen rato, hasta que decidí irme. Fue entonces, cuando sentí algo detrás de mí, ¿quién iba a ser? ¡Pues Santi!:
-Santi...
-¡Hola!, ¿qué haces aquí?- me dijo en un tono alegre, que ni yo misma me lo creí.
-He venido a disculparme por cómo te traté antes...
-No tienes que pedirme perdón, toda la culpa la tuve yo... -dijo en un tono más serio-. ¡Mira, ven!
Me cogió del brazo, abrió la puerta de su casa y me sentó en un sillón:
-Espera aquí.
Y allí esperé.
La casa era enorme, parecía de película. El salón era totalmente blanco, no había nada de otro color. ¡Hasta la tele era blanca! El salón se unía con la cocina; también muy grande y llena de electrodomésticos de última generación. En la cocina había una especie de ventanal, por el cual me asomé: daba a un jardín inmenso, lleno de flores y un césped totalmente verde. También había una especie de balancín. Era blanco con rayas azules, ¡era precioso!
De un momento a otro, sentí de nuevo una especie de cosquilleo detrás de mí. Me giré y era Santi.
Abrió el ventanal y nos sentamos en el balancín, antes mencionado.
Estuvimos hablando toda la tarde, hasta que empezó a anochecer:
-Uff, es tardísimo. Me tengo que ir ya...
-Te acompaño a tu casa, ¿vale? Me da miedo que vayas tu sola. Está escureciendo...- dijo en un otono protector.
-No hace falta, gracias.
-Que sí que te acompaño, vamos- me respondió en un tono firme.
Finalmente me convenció y me acompañó hasta mi casa.
Por el camino nos pasamos por el parque y luego tiramos por un callejón que llegaba directamente a mi casa.
Ya estábamos allí cuando de repente oímos algo...

sábado, 19 de marzo de 2011

Capítulo 7

Ya estaba en mi casa, cuando sonó el teléfono:
-¿Sí?
-¡Soy yo, Nina! - respondió ella con tono alegre.
-¡¡Hola!!
-Te he llamado para decirte que mañana si que iré al instituto
-¡Qué bien!
-Entonces, en la esquina a las 8:10, ¿no?
-Sí, claro. ¡Como siempre! - le dije - Pero te tengo que decir que no vamos las dos solas...
-¿Qué vamos con tu madre? Uff... ¡ya estoy harta, eh! - me interrumpió Nina.
-Nina, no te he dicho que nos acompañe mi madre...
-¿¡Quién entonces!? - me interrumpió de nuevo.
-¡Si alomejor me dejas de interrumpir te lo acabo diciendo!- le dije en un tono un tal brusco.
-Venga, vale...
-Quien nos va a acompañar va a ser Santi. Todos los días me ha acompañado mientras tú estabas mala, y creo que todavía se vendrá con nosotras.
-Am, vale. ¡De acuerdo!
-Nina, ¡te cuelgo que tengo que hacer los deberes! Nos vemos mañana...¡Adiooooós!
-¡¡Adiós, nos vemos!!
Me fui a hacer los deberes, ya que hoy tenía un montón y dudaba de poder acabarlos. De repente sonó el timbre y fui a abrir la puerta. Era Santi...
-Emm, ¡hola!
-¡Hola!
-¿Qué haces aquí? - le dije con un tono un tal grosero...
-Nada... es que venía por si querías salir un rato... Lo siento si te he molestado, eh...
-No para nada, lo siento yo por hablarte así...
-Entonces, ¿sales un rato, o no?
-Venga, vale, pero un rato nada más, ¿de acuerdo?- dije en un tono desafiante, que él interpretó mal..
-Es que..¿nada más vas a salir por qué te doy pena o qué? ¡Encima que vengo a buscarte!
-Oye, pero yo no te he dicho que vengas a buscarme, eh... ¡¡Y ahora es cuando no salgo!! Adiós.- le chillé a pleno pulmón.
-¡¡Pues adiós!!
Le cerré la puerta en todas sus narices. Me sentía muy mal por haberlo tratado de esa forma... ¡Si no había hecho nada malo!
Tras no parar de darle vueltas al asunto, me decidí a ir a su casa y pedirle disculpas.
¿Por qué me comporto así? Ni yo misma sé la respuesta...

lunes, 14 de marzo de 2011

Continuación del Capítulo 6

El recreo se terminó y Santi fue a buscarme al despacho del director. Me estaba contando lo aburrido que había sido el recreo sin mí, aunque había conocido a un par de chicos que más o menos le habían caído bien.
El instituo terminó. Ya íbamos por medio camino cuando de repente sonó el móvil de Santi:
-¿Sí?- dijo él con un tono cariñoso y amable.
-¿Santi?- se escuchó por el otro lado del teléfono.
-Sí, sí, ¿quién eres?
-¿No me has conocido? Pues vaya...
-Pues claro que no, si no me dices quien eres...
-¡Quién voy a ser! ¡¡TU NOVIA!!
En ese momento me quedé totalmente paralizada. Sin pensármelo dos veces salí corriendo hacia mi casa.
Santi cortó la llamada y corrió detrás mío.
Aquello parecía una fuga o algo por el estilo... Como Santi corrió más que yo, acabó alcanzándome y cando me di cuenta, me encontré en el suelo, y Santi encima:
-¿Te encuentras bien?- me dijo encima mía.
-Ahora mismo como que no...- le contesté con una voz débil y tímida.
Santi se levantó y me ayudó a incorporarme poco a poco. Me explicó todo lo sucedido.
Supuestamente, como me contó él, la que había llamado no era su novia, sino que lo había sido y ella estaba todo el día ''acosándole'' y no le dejaba en paz.
Al principio no me lo creí, hasta que me dijo:
-¿Es que todavía no te has dado cuenta?
-¿De qué?
-¡¡De que te quiero!!
En ese momento se me paralizó el corazón y él me tranquilizó con uno de sus hermosos besos...

domingo, 13 de marzo de 2011

Capítulo 6

Se acabó Sociales, y yo temía lo peor. Me acercé a Santi:
-Muchas gracias, por lo...
-Es lo que tú habrías hecho por mí- me cortó de pronto- o, ¿no?
-Pues claro- mi voz sonaba temblorosa y él me lo notó.
-¿Te encuentras bien?
-¡Claro!- dije en un intento de tranquilizarle.
Nos dirijimos hacia el Aula-5, ya que allí nos tocaba la próxima clase: Lengua. ¡Oh, no! ¡Se me había olvidado hacer el trabajo que había mandado para hoy! ''Ahora si que no me libro'' pensé.
Llegó la profesora. Entré a la clase con la cabeza agachada... No me podía creer lo que me estaba pasando.
¡Y todo por culpa de Santi!
La profesora comenzó a recoger los trabajos y llegó a mí:
-Dafne, tu trabajo.
-Es que... se me olvidó hacerlo...
-¿Cómo?
-Que se me ha olvidado...
-Que sepas que en el recreo estás castigada. No puedes seguir así- me dijo la de Lengua con un tono firme.
Llegó el recreo y yo me encontraba en el despacho del director explicándole por qué esta vez estaba castigada.
El instituto estaba llegando a ser agotador estos días... no pensaba el día en que llegarían las vacaciones de verano.

PD: Como el Capítulo 6 ha quedado muy cortito, haré una continuación del mismo.
Un besito :)

sábado, 12 de marzo de 2011

Capítulo 5

Él me acompañó a mi casa. Estaba muy nerviosa. No sabía de qué hablarle a Santi... ¡Era todo taaaaaan raro!
Se despidió dándome un beso en la mejilla. Me encantó.
Toda la noche estuve dando vueltas a lo ocurrido y pensando si habría confiado demasiado en él, o en cambio, no.
El siguiente día llegó y me daba muchísimo corte volver a encontrarme con él. ¡Menos mal que esta vez estaría Nina!
Estuve esperando más de diez minutos en la esquina, pero ninguno de los dos llegaba. Iba a llegar tarde al instituto, así que decidí irme de allí.
Llegué al instituto. Estaba cruzando ya la verja de la entrada, cuando noté algo en mi hombro. Me di la vuelta y era Santi...
-¡Hola!- me dijo alegremente, con una energía impresionante.
-Hola... te estuve esperando en la esquina, pero como no aparecías...
-No pasa nada- me cortó de repente -, es que me entretuve desayunando, y cuando vi la hora salí corriendo de mi casa. Supuse que ya te habrías largado.
-Pues sí...
-Oye, ¿te pasa algo? Es que apenas me hablas...
-No, no ¿qué me va a pasar? Ja, ja- dije de nuevo con la risa tonta, intentando finjir.
Entramos en la clase que nos tocaba: Ciencias Sociales. ''Bueno, no está mal'' pensé. Pero, me acordé que hoy iba a preguntar y yo no había estudiado nada, ya que se me olvidó por completo por lo que sucedió ayer con Santi...
-Empecemos- dijo la profesora con una voz decidida a ir a por mí- Dafne, ¿cómo eran las sociedades del Paleolítico superior?, ¿cómo vivían?, ¿qué economía tenían?
-Pues...- mi voz se quebró de un momento a otro - ...eran...
-¿Has estudiado?
-En verdad...
-...No pudo estudiar porque yo me llevé su libro de Sociales- me interrumpió Santi de un momento a otro.
-¿Es eso verdad Dafne?
-Pues... sí. Es verdad...
-Entonces no pasa nada, Dafne. Pero, que sepas que el siguiente día te volveré a preguntar y ya no tienes ninguna excusa.
-Vale, vale. Esto no volverá a pasar.
Santi me había salvado de la profesora de Sociales... ¡No me lo podía creer! Encima esto. Ahora tendría que hablar con él obligada para agradecerle lo que había hecho por mí.

Capítulo 4

El instituto se pasó más rápido de lo que yo pensé. Cuando me di cuenta las campanas de la salida estaban sonando, y Santi y yo salíamos de allí.
Por el camino nos contamos todo lo sucedido en el día, y nos volvimos a reir de la patética presentación que tuvo que hacer Santi delante de todos los de la clase.
De un momento a otro Santi se paró delante de un banco del parque con intención de que me sentara al lado suya, y así lo hice.
Sacó su móvil y empezamos a escuchar música y de repente me dijo:
-Te quería decir una cosa, pero es que no me atrevo...
-Tranquilo, que no te voy a comer. Ja,ja- dije con una risa tonta.
-Te quería agradecer que me hayas acogido tan bien y que hayas estado a mi lado, aunque sólo ha pasado un día, pero sé que sin tí, hoy el instituto hubiera sido bochornoso.
Al decirme eso me dio un abrazo enorme.
Ya me iba a levantar del banco cuando Santi me cogió del brazo, y me sentó de nuevo en el banco. Fue entonces cuando Santi se fue aproximando poco a poco a mí. Me fijé en que sus labios estaban húmedos. Con su suave mano, empezó a acariciar mi mejilla y cuando me di cuenta su cara estaba a dos centímetros de la mía...
Noté sus labios en los míos, y un cosquilleo que recorrió todo mi cuerpo. No quería irme. Quería quedarme allí para toda la eternidad y sentir sus manos contra las mías...
Todo era perfecto, hasta que él se fue alejando poco a poco de mí:
-Lo siento, no tenía intención de hacer eso...
-Y, ¿qué querías hacer entonces?
-Nada, sólo estar junto a tí...

PD: Sé que el Capítulo 4 ha sido más corto de lo normal, pero en el Capítulo 5, escribiré más :)

Capítulo 3

Sonó de nuevo el maldito despertador : ''¡Mierda!'' pensé. Otro estúpido día de instituto, en el cual no sabía si Nina iba a ir o me encontraría solitaria como ayer. De reprente sonó el teléfono del salón:
-¿Dafne?
-Sí, sí soy yo ¿Nina?
-¡Pues claro!. Te he llamado para avisarte de que no me esperes en mi casa para ir al instituto, porque ayer recaí y de nuevo estoy enferma- dijo Nina con una voz desganada.
-Amm... vale, vale. No te preocupes...
-Bueno, pues te dejo, ¡Chao!
-¡Adiós!
Colgó. Otro día sola.
Me fui a mi cuarto y elegí la ropa que me pondría para el instituto. Escogí una camiseta de mangas cortas, ya que la primavera estaba cerca y el calor ya se notaba; me puse los vaqueros que me suelo poner y una sudadera que me había comprado el fin de semana pasado.
Iba a abrir la puerta para salir de casa, cuando oí algo parecido a un skate rodando por la calle.
Me asomé curiosa y era lo que pensé:
-¡Santi!
De repente se cayó de su skate, de nuevo. Fui corriendo hacia él para intentar ayudarle a que se levantase:
-¿Te encuentras bien?
-Uff, parece que el destino siempre quiere que me encuentres en el suelo, ¡Jaja!
-Parece que sí, haha...
Sus ojos azulados le brillaban más que en la tarde anterior, y sus dientes resplandecían como nada en el mundo.
Me contó que iba al instituto:
-Y, ¿¡A qué instituto vas!?- le dije; un poco gritando.
-Voy al Swift-Land, hoy es mi primer día.
Mi corazón se paralizó en ese mismo instante. Ni yo misma lo comprendía.¡Iba al mismo instituto que yo!
-¡Qué casualidad!, yo voy al mismo.
-¿En serio?
-Sí, sí
Por el camino le conté que siempre quedo con Nina para ir al instituto y que hoy no vino, porque cayó de nuevo enferma.
Quedamos en ir los tres juntos al instituto todos los días ''¡Qué bien!'' pensé ansiosa.
Llegamos allí, al insoportable instituto en el que estudiaba y fuimos al despacho del director, para averiguar en cual clase le había tocado a Santi.
Nos dió una hoja de papel, y allí estaba él:
-Mira, mira...¡Estás en mi clase!
Los dos nos abrazamos confusos, sin saber que hacer, pero ese abrazo duró menos de lo que yo deseaba...

jueves, 10 de marzo de 2011

Continuación del Capítulo 2

...allí se encontraba él. Era casi perfecto, un joven inigualable... En su mano sostenía un skate desgastado, y sus ojos inquietos me sostenían la mirada...
Sin darme cuenta me quedé mirándolo fijamente durante más de dos minutos; fue entonces cuando todos reaccionamos. Nos miramos perflejos, y por fin alguien habló, Nina:
-Oye, ¿qué haces ahí tirado?
-Emm... es que no ví el arbusto mientras patinaba y bueno, como ves me caí dentro de él, je je...
-Pero,  ¿te...te encuentras bien?- respondí con un cierto nerviosismo que ni yo misma comprendí.
-Ahora mejor.
De nuevo se hizo el silencio, ahora fue Pinki quién lo rompió, con uno de sus sonoros ladridos.
-Bueno, me presento... Me llamo Santiago, si quereis me podeis llamar Santi.
-Yo soy Nina y ella Dafne- respondió Nina señalándome.
La tarde se pasó rapidísima. Santi parecía un buen chico, nos trató genial, ¡hasta nos acompañó a nuestras casas!
-Bueno, aquí es mi casa. Nos vemos otro día, ¿no?- le dije, impaciente por su respuesta.
-Yo creo que sí. A menudo voy a ese parque a patinar.
-Pues entonces, ¡adiós!
-¡¡Adiós!!- me respondió Santi con una energía increíble.
Me quedé mirándolo fijamente, hasta que él me guiñó el ojo. Era azulado, un tono precioso...

lunes, 7 de marzo de 2011

Capítulo 2

Llegué al parque, pero todavía Nina no había llegado. Me preocupé por su tardanza, ya que ella no suele llegar tarde a ningún lado; más bien todo lo contrario, siempre llega con antelación.
Iban pasando los minutos y no aparecía. Me estaba empezando a preocupar.
-¿Le habría pasado algo?- estaba pensado, cuando de repente oí algo detrás mía. Me di la vuelta y claro, era Nina.
-¡Nina! ¿Qué intentabas asustarme?
-Tú misma lo has dicho, lo intentaba. Ja, ja...
-Claro, claro. Tú siempre con tus tonterías... ¿Por qué has tardado tanto?
-Iba a salir y cuando bajaba por las escaleras mi madre me dijo que no salía hasta recoger el cuarto.
 Y bueno, ya sabes como es mi madre... siempre tienes que hacer lo que ella diga o sino... ¡CASTIGADA!
-Por esta vez te has librado.
-Y, ¿de qué me he librado?
-De nada, de nada- le dije riéndome.
No sabíamos que hacer hasta que a mí se me ocurrió la fantástica idea de ir a su casa y pasear a Pinki, su perrito. Por el trayecto, de nuevo nos encontramos al inofensivo gato de mi vecina. Ahí estaba tan tranquilo...
Llegamos a su casa, y como siempre Pinki me empezó a ladrar. ¿Por qué todavía me ladra? ¡Si me tiene más vista que el tebeo! Me tendrá manía, seguramente...
Salimos ya de su casa con la intención de volver al parque y echar un rato allí. En vez de sentarnos en el banco que nos solemos poner, nos pusimos en otro más alejado, ya que teníamos pensado escuchar un poco de música antes de pasear a Pinki.
Pusimos la de Airplanes, ¡A Nina le encantaba esa canción! y, como era su móvil... pues claro, puso esa.
Pinki empezó a ladrar. Pensamos que era de la música, pero se acercó rápidamente al arbusto de detrás del banco y empezó a ladrar aún más fuerte que antes.
Nos empezamos a asustar. No sabíamos lo que podía haber allí...

PD: La segunda parte del Capítulo 2, la pondré en otro momento, ya que ahora no tengo tiempo.
¡Un besito! Espero que os esté gustando :)

domingo, 6 de marzo de 2011

Capítulo 1

¡Qué asco! ¿Por qué todo me tiene que pasar a mí? Hoy en la clase de Matemáticas, salí a la pizarra a corregir los ejercicios, todo muy normal hasta que... la tiza se cayó al suelo. Ahí empezó todo.
Bajé a recojerla y de repente noté un ruido muy extraño. Todo el mundo se empezó a reir, y fue entonces cuando caí en la cuenta de que mi pantalón se había roto...
A punto de llorar, salí del aula patidifusa, sin saber a donde dirigirme, ya que toda la clase seguía riéndose.
Fue entonces cuando empecé a correr como una loca por los pasillos, iba a bajar las escaleras y... ¡PUM! caí rodando por las escaleras...
Llegó la hora del recreo y , como había faltado Nina (mi mejor amiga, y la única) , me encontrada aislada; solamente tenía a mi lado mi bocadillo y al zumo de melocotón que cogí esta mañana de la nevera.
-Otra vez a clase- pensé, cuando oí el sonido de la campana.
 Estaba feliz, sólo quedaban tres horas para salir de aquel manicomio...
Entres unas cosas y otras, llegó la hora de salida. Hoy quería llegar a casa por una ruta distinta, ya que, leí ayer que era bueno cambiar de vez en cuando tus hábitos. Tomé el callejón de la derecha en vez del que tomo habitualmente. Allí me encontré al gato de la vecina; no sé como ese gato todavía está vivo: cada vez que lo veo está a kilómetros de su casa.
Bueno a lo que íbamos: ya estaba llegando a mi casa y de un momento a otro empecé a oler algo raro debajo de mis zapatos. Caca. ¡Bien!, la había pisado mientras pasaba por esa calle. En ese momento maldije al perro que la hubiera hecho...
¡Por fin llegué a mi casa!  Subí corriendo las escaleras, encendí el ordenador y me puse a hacer los deberes. ¡Hoy tenía un montón! Normal... hoy es miércoles. ¡¡¡ODIO LOS MIÉRCOLES!!! No hay día que me guste menos que este.
Mientras hacía los deberes, mi madre me llamó desde abajo avisándome de que ya estaba la comida preparada.
¡Si es que no puede ser! Hoy, con lo harta que estoy, tenía que tocar lentejas...
Sonó el teléfono - ¡ cógelo tú !- le grité a mi madre a pleno pulmón.
¡Era Nina! Por fin algo bueno en todo el día.
-¡Hola, Dafne!- Me dijo alegremente Nina.
-¡Holaaaaa! ¿Qué te ha pasado? ¿Por qué has faltado al insti?
De repente se hizo el silencio.
-¿Nina? ¿Estás ahí?
-Sí, sí, ¡es que he ido a por un vaso de agua!
-Amm, vale, vale. Pero, ¿por qué has faltado?
-Me levanté con un dolor de tripa increíble, y no podía ni moverme, así que me quedé en la cama.
-Pero, ya estás mejor, ¿no?
-Sí, sí, y tanto. Te llamé por si querías salir a dar una vuelta y eso.
-¡De acuerdo!, así me despejo un poco, je je.
-Y..¿a qué hora?
-¿Quedamos dentro de diez minutos?
-Venga. ¡Nos vemos en el parque!
-¡Sí! Adiós!

¡Bienvenidos!

¡Hola! Quería daros la bienvenida a mi nuevo blog : Mi vida eres TÚ.
Este blog tratará de una preciosa historia de amor. Ésta estará contada a través de la protagonista; una chica de trece años llamada Dafne.
Dafne vivirá inmensas aventuras y a la vez montones de inquietudes y preguntas sin resolver...
Si quieres saber como acaba esta historia... ¡Empieza a leer!